Apto 45º

En este apartamento se lleva a cabo un proyecto de reforma integral en el que se incluye no sólo el diseño de interiores sino que, además, se realiza una nueva distribución de espacios e  intervención completa a nivel arquitectónico considerando todo el volumen espacial.

Se toma el Arte como punto de partida, idea original del proyecto. En concreto, el momento artístico de comienzos del siglo XX representado por el constructivismo ruso de Kandinsky, así como otras corrientes, incluso literarias, como el futurismo del poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti, con el uso de la palabra escrita como representación gráfica del movimiento, reflejado en el falso techo del apartamento, mediante un par de comillas que albergan instalaciones.

A modo de lienzo, sólo que en tres dimensiones, el volumen contenedor del apartamento, asume una serie de gestos, no únicamente a nivel estético, sino también constructivo y estructural, que reinterpretan el movimiento, el dinamismo de la composición número VIII de Kandinsky. En este caso, en lugar de figuras geométricas planas, se trata de elementos  tridimensionales. El espacio interior se impregna de este concepto. Un primer gesto: el muro negro, brillante que divide el espacio en dos, la zona de la cocina de aquella que alberga las actividades relacionadas con el descanso, organiza además, el resto de la circulación y distribución del programa. El pavimento, se modula perpendicularmente a este muro, en monocromo, del negro al blanco, del brillo al mate. La piedra nano white, la Pietra Serena, el basalto gris oscuro casi negro, el granito pulido negro absoluto, son los materiales empleados.

En este telón de fondo, en este lienzo en blanco, grises y negros, el movimiento se refleja no sólo a través del color del  material, sino mediante la construcción o la propia estructura: el corte en el forjado, el giro de los planos verticales o la propia disposición de la escalera blanca brillante que se ha trasladado de su posición original, siguiendo la direccionalidad propuesta por el muro, a 45º, que corta el volumen espacial. En este contexto, la iluminación refuerza a través de lámparas led continuas, el dinamismo buscado con tenues colores fugaces que, francamente, pudieran haber sido extraídos de la obra del pintor moscovita.

En contraste, actúan los objetos de diseño escogidos por su color y líneas curvas. Esta vez no se interpretan sino que se introducen en la escena, en el cuadro. Tal es el caso de sofá azul añil  On the rocks, la mesa Baghdag de la sala y la capriccio del comedor de la firma Edra, o las sillas rojo intenso softchair de Porro.

A la manera de Marcel Duchamp con su “Ready Made“, tres coloridas obras de Miró, “Vuelo de la libélula delante del sol”, “Kopft” y “Personajes en la noche guiados por los rastros fosforescentes de los caracoles”, se plasman directamente sobre el revestimiento de mosaico en los baños de visita y de los dormitorios secundarios. Estos dos últimos se encuentran en un punto central, compartiendo una sauna, el momento más caliente de la casa.

La aproximación a todo proyecto aparece siempre con una actitud mediocrática. No creo en la creatividad, se la dejo a Dios; pero, sí, en la transformación de una idea en espacio, forma y objetos. Como el chamán en la tribu, el deejay, el pontífice. Así mismo, desde mi punto de vista, la manualidad, la artesanía, es el instrumento que ha de salvaguardarse en la era de la tecnología en la que vivimos. Amo conjugar las dos disciplinas para experimentar cada día con nuevos materiales y descubrir nuevas aplicaciones.